Letra y melodía nos llevan a los tiempos de la Reconquista, cuando unas pobres morillas, conversas a su pesar, discriminadas por los vencedores cristianos, van a hacer la rebusca en el olivar, en el manzanar, y no encuentran ya nada. García Lorca recoge un zéjel (forma propia del arte musical hispano-árabe) con mínimos retoques en la letra, para actualizar el rudo texto morisco.
Tres moricas
me enamoran
en Jaén:
Axa, Fátima y Marién.
Tres moricas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén:
Axa, Fátima y Marién.
Y hallábanlas cogidas
y tornaban desmaídas
y las colores perdidas
en Jaén:
Axa, Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas
Iban a coger manzanas
y hallábanlas tomadas
en Jaén:
Axa, Fátima y Marién.
Díjeles ¿Quién sois, señoras,
de mi vida robadoras?
Cristianas que éramos moras
en Jaén:
Axa, Fátima y Marién.
No hay comentarios:
Publicar un comentario